Las comunidades religiosas de la diócesis de San Felipe de Aconcagua se congregaron en el Iglesia del Buen Pastor para tener un momento de oración y compartir fraterno, el que se inició con la celebración de la Eucaristía presidida por el Padre Gonzalo Bravo Álvarez, Obispo Diocesano.
En la homilía el Padre Gonzalo Bravo destacó la importancia de la vida consagrada y la presencia de los religiosos y religiosas en el mundo los instó a salir a la calle a encontrarse cara a cara con los hermanos que más están sufriendo hoy. Los invitó a dejar las reuniones las virtuales para encontrarse con las personas para escuchar sus dolores, esperanzas y alegrías.
En las ofrendas las diferentes congregaciones presentaron sus constituciones para entregar a Dios los diferentes carismas y dones que cada una de ellas tienen, para pedir que sea el Santo Espíritu que ilumine su servicio en medio del Pueblo que peregrina en Aconcagua y Petorca.
Al finalizar la Eucaristía las religiosas y religiosos tuvieron un compartir fraterno preparado especialmente para la ocasión, momento para dialogar de cómo han vivido este periodo de tiempo considerando las dificultades generadas por la pandemia.